jueves, 22 de marzo de 2007

Señales de los tiempos: no habrá dónde esconderse.

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. (Apocalipsis 13: 16-18).

Una inocente tarde de compras...

Tarde de sábado. Usted sale de su casa con el corazón henchido de alegría. El día anterior, la cuenta de su banco se ha visto aumentada por el cheque de su salario. Se siente dueño o dueña de un pequeño capital que gastará generosamente en unas pocas horas. Es su dinero, y usted lo gastará libremente, conforme a su voluntad.

La aguja del tanque de gasolina de su carro le está indicando que debe llenarlo, así que se dirige a la gasolinera de su preferencia. Como no lleva dinero en efectivo, saca su tarjeta y paga con ella. Una vez más queda registrado, en la computadora del negocio, que usted ha comprado una cantidad específica de un tipo particular de combustible. Por su parte, una cámara de televisión, de circuito cerrado, ha registrado su presencia en el lugar.

En la actualidad, el uso de cámaras digitales instaladas estratégicamente en plazas, centros comerciales y recreativos, edificios públicos y en sitios residenciales, entre otros, está configurando una verdadera red de vigilancia que, frente al aumento de la violencia y el terror, pretende cuidar la seguridad del ciudadano. Durante los Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en Salt Lake City, Utah, en 2002, ante el peligro de ataques terroristas, diferentes agencias de seguridad de los Estados Unidos convirtieron la sede de los Juegos en una verdadera caja de cristal. Multitud de cámaras digitales y sensores controlaron cada sitio, cada rincón de la sede de las Olimpíadas, las 24 horas de cada uno de los diecisiete días que duró el evento. Se usó allí un novedoso sistema de procesamiento de información mediante video digital conocido con el nombre de Sensormatic Intellex DV 16000. Dicho sistema archiva, procesa, revisa y compara, en forma automática, toda la información proveniente de las videocámaras, y puede enviarla a cualquier otra computadora conectada al sistema. Todo parece estar bien si se considera que la integridad física de las personas se está garantizando cada vez más, pero ... nadie puede impedir que, en años próximos años, esas cámaras sean usadas para fines menos benéficos ...

Por otra parte, no olvide lo siguiente: toda esa información que ha quedado de su paso por la gasolinera, pasará a formar parte de algunos de los cientos de miles de bases de datos que existen en el mundo. Empresas e instituciones de diferentes tipos recolectan información sobre gustos, inclinaciones, opiniones, compras realizadas por las personas, etc. Hasta el momento, dicha información ha estado dispersa, pero últimamente han estado surgiendo entidades que están juntando todos los datos sobre las personas, para crear un perfil de las mismas, con el fin de dirigir hacia ellas la publicidad y venderles productos. Esos datos son vendidos a cualquier empresa o entidad que los desee. Por ejemplo, usted usa su tarjeta de crédito para comprar una película en DVD. El código de barras del mismo permite saber qué clase de película usted compró. Esa información y la del número de su tarjeta, queda registrada conjuntamente. Si usted adquiere una serie de películas, libros, o cualquier otro producto, se sabrá cuál es su gusto o necesidad. Posteriormente usted podría ser objeto de un bombardeo de publicidad ya que, mediante su número de tarjeta, también se ha obtenido su dirección postal. Claro, eso, por el momento. Lo cierto es que su perfil personal está siendo ya configurado, en alguna parte, para propósitos futuros.

Como resultado de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 contra el World Trade Center, la Administración del presidente Bush está impulsando el Total Information Awareness (Conocimiento Total de Información), ambicioso proyecto del Departamento de Defensa, que tiene dos objetivos básicos: primero, crear una red de vigilancia a través de radares, satélites, antenas y estaciones de escucha, a lo largo y ancho del planeta, que permita controlar todo tipo de comunicación: teléfono, fax, correo electrónico, transmisiones radiales, etc. Segundo, unificar toda la información dispersa en las innumerables bases de datos del planeta, de cada habitante de este planeta, que podrá ser localizado e identificado por diferentes medios, inclusive los satélites.

“Las paredes tienen oídos ...”

De repente, suena su celular. Es su hermano que le informa que llegará “cargado” de regalos, el próximo miércoles en el vuelo tal, de la empresa más cual, a las 5 de la mañana.

Posiblemente la Red Echelson, uno de los varios sistemas automatizados de escucha de comunicaciones, que existen en el mundo, registra su voz y la voz de su hermano, - las palabras dichas por ambos, los diferentes tonos e inflexiones de la voz, empleados -, y los lugares donde ambos estaban, cuando hablaron. Esa llamada ha venido a formar parte de las 4,3 mil millones de comunicaciones (casi la mitad de los 10.000 millones de llamadas que se efectúan diariamente en el mundo) que son interceptadas por ese sistema, el cual puede analizar 2 millones de conversaciones por minuto, efectuar reconocimiento de voces y encontrar, en forma automática, palabras claves en aquellas conversaciones que están bajo vigilancia. Imagínese que su hermano está siendo monitoreado por algún servicio de inteligencia, las palabras “avión”, “regalos”, “cargado”, pueden resultar sospechosas y resaltar en el sistema de monitoreo. De repente, usted también empieza a ser vigilado de manera mucho más particular que la que “normalmente” se ha estado llevando a cabo.

Quizás usted sea de las personas que ya se enteraron de que, a partir del 1 de octubre de 2001, en Estados Unidos, entraron en vigencia una serie de regulaciones conocidas con el código E911, cuyo objetivo es rastrear (al menos por el momento) celulares de personas que están en emergencia.

“Compre hoy ... pague mañana”.

No cabe dudas que ir de compras es un placer para usted, pero un placer que se torna un poco molesto cuando tiene que estar sacando una y otra tarjeta de crédito o débito; cuando tiene que, además, sacar su identificación o su licencia de conducir, y todo esto cada vez que va a comprar algún producto. Ni qué decir cuando alguna de ellas se le pierde. Llamadas van y llamadas vienen para cancelarla y recibir una nueva... “Deberían hacer una sola tarjeta para todo”, piensa usted, un poco incómodo.

¿Sabía usted que en varios países de Europa y Asia se está llevando a cabo un experimento piloto, en el que se entrega a los ciudadanos una tarjeta única, que contiene toda la información personal, familiar, médica, laboral, financiera, etc.? Se trata de las llamadas smart cards o tarjetas inteligentes. Son unas pequeñas tarjetas plásticas de 8,56 cm. de largo, por 5,398 de ancho y 0,076 de grosor, que poseen en su interior circuitos integrados y un microprocesador que almacena información, como si fuera una pequeña computadora. En la actualidad, las podemos ver en tarjetas de telefonía prepagada, tarjetas de pago en el transporte público, tarjetas de seguridad, para acceder a lugares protegidos, o a sistemas computarizados. Hasta el momento ese es su uso, pero los integrantes del sistema político y financiero mundial tienen la vista puesta en la creación de un sistema de identidad único que sirva para todo. Una smart card unificada podría ser el primer paso hacia la solución final.

“Hogar, dulce hogar.”

Más tarde, de regreso en su casa, cansado pero feliz, usted se sentará frente a su computadora. Es hora de relajarse, escribir a los amigos, establecer nuevos contactos a través del chat, “navegar” por la Web en busca de sitios interesantes, que le permitirán conocer otras partes del mundo a los que, quizás, usted no puede ir.

Pero claro está, su actividad no es privada ni secreta. En sus andanzas “internéticas” usted va dejando multitud de huellas que son recogidas por diferentes programas. Por ejemplo, el conocido sistema Windows y su navegador Internet Explorer guardan el GUID (Globally Unique Identifier) número de identificación que usted, como usuario, ya tiene al haber instalado ese sistema operativo en su computadora. Todos los documentos que usted haga con cualquiera de los programas del sistema registrarán ese número. Personal especializado de Microsoft puede entrar en su computadora, burlando aún los más potentes programas de protección de información, llamados en inglés firewalls, y conocer qué es lo que usted escribe, o hace en su computadora, qué páginas de Internet visita, etc. Muchas compañías publicitarias utilizan unos pequeños programas, denominados spyware o espías, que son capaces de detectar en cuáles páginas usted navega y, por tanto, cuáles son sus preferencias, sus gustos, sus inclinaciones, sus intereses, su modo de pensar ...

Pero hay algo más... A partir del mes de Junio de 2000, se conoció que el FBI está usando un sistema de monitoreo de correo electrónico, conocido con el nombre de “Carnivore”. Esta agencia de seguridad ha estado colocando verdaderas “cajas negras”, - como las que se emplean en los aviones -, en las computadoras centrales de las compañías que proveen servicio de acceso a Internet (ISP), como AOL y MCS. El sistema tiene capacidad para monitorear los 1,4 billones de e-mails que se cruzan diariamente en el mundo.

“La noche tiene mil ojos”.

Usted las ha visto, claro, en algún momento. Esas chispeantes lucecitas en el cielo nocturno, que a veces confundimos con aviones... Gracias a ellas, usted ha acabado de presenciar, en vivo y en directo, un partido de fútbol que el equipo de su país ha jugado, en un amistoso, en Japón. Gracias a ellas, también, usted ha llamado a un primo suyo, que está viviendo en Australia, para anunciarle el triunfo del seleccionado nacional. La jornada del día, que ha estado llena de vivencias interesantes, finaliza. La hora del sueño ha llegado, y usted, obedientemente, se rinde ante los reclamos de su cuerpo cansado.

Pero mientras usted duerme, cientos de satélites orbitan alrededor de nuestro planeta, recogiendo la más variada información y monitoreando las más diversas actividades. Veintitrés de ellos son capaces de leer un sello de correo en una cancha de tenis, o la placa de matrícula de un automóvil cada 19 minutos. Mientras usted duerme, ingenieros aeroespaciales y técnicos europeos, trabajan afanosamente para cumplir un convenio firmado por la empresa Motorola y Rusia. Al finalizar su labor, 66 satélites de baja altura conformarán una red que permitirá captar inclusive mínimos cambios de temperatura producidos en un cuerpo humano, en cualquier sitio terrestre.

Más aún. Hasta el momento, los Estados Unidos tienen casi el monopolio del sistema de vigilancia desde el espacio. Estamos hablando del GPS (Global Positioning System o Sistema de Posicionamiento Global), un sistema de orientación y navegación coordinado por 24 satélites, los NAVSTAR, que están ubicados a 20.000 kilómetros sobre la Tierra. Todos ellos dan dos vueltas diarias sobre nuestro planeta. Llevan relojes atómicos cuyo margen de error es de un segundo cada 70 mil años. Tres de ellos pueden ubicarlo a usted con una exactitud de cinco a diez metros; si cuatro de ellos lo enfocan, pueden determinar inclusive a qué altura sobre el nivel del mar usted se encuentra. A partir del 2008, la Unión Europea, mediante los 30 satélites que conformarán el Sistema Galileo, controlará todo los movimientos producidos en este planeta, con una precisión de cinco metros. Por favor, no piense que usted es muy pequeño para ser alcanzado por algún potente lente, desde el espacio. Los satélites militares de Estados Unidos captan objetos hasta de un tamaño de 13 cms.

Toda la información en un granito de arena.

Usted duerme plácidamente e ignora que, posiblemente muy pronto, esos niños y adolescentes que forman parte de su vida, - hijos, nietos, sobrinos -, le dirán a usted que tatuarse la frente es “cool”, y usted se encogerá los hombros y suspirará sin saber qué decir, ni qué hacer, pensando que tan solo es una de las tantas modas pasajeras. Entérese: la frente de jóvenes estudiantes se está convirtiendo en el sitio predilecto para publicitar productos. Cunning Stunts, agencia publicitaria inglesa, ha comenzado una campaña que paga unos siete dólares la hora a cada joven que lleve un logo publicitario semipermanente, por unas tres horas aproximadamente.

Este es solo un comienzo, el comienzo del acondicionamiento que se está efectuando en las nuevas generaciones para recibir en sus cuerpos una marca que revolucionará su vida. Todo el complejo sistema de información y vigilancia descrito anteriormente estaría incompleto si faltara un sistema de identificación personal unificado que respondiese a la red de ordenadores del planeta. La solución, al menos hasta el momento, estaría dada en los microchips.

El microchip es una pequeña y delgada pieza de silicio, encapsulada en un material biológicamente compatible, con un circuito integrado formado por millones de transistores que realizan diversas operaciones, y pueden almacenar una gran cantidad de información.

El Dr. Carl Sanders, ingeniero electrónico, que fue director del Proyecto que dio lugar a la fabricación de microchips para uso médico, trabajó en la investigación para determinar el mejor lugar donde implantar un microchip, en una persona. Él y su equipo descubrieron que los sitios más adecuados para llevar a cabo el implante son la frente y el dorso de la mano derecha.

El uso de los biochips ha estado extendiéndose en el ámbito médico, especialmente en pacientes que han podido recuperar, por ejemplo, el funcionamiento de algún miembro u órgano, por la implantación de alguno de ellos. Este uso es beneficioso y no representa en sí mismo un peligro. Sin embargo, la tecnología del microchip se está usando ya como sistema de identificación en animales, para detectar su pérdida. La Marina de Guerra de Estados Unidos (US Navy), por su parte, la usó por primera vez en la guerra de Irak, y hace poco encargó 150 mil unidades.

El uso en civiles, como medio de identificación, empieza a extenderse peligrosamente. ¿Sabía usted, por ejemplo, que durante la celebración de su séptimo aniversario, el pasado 17 de marzo, la discoteca Baja Beach Club, ubicada en la ciudad de Barcelona, España, presentó el primer sistema de identificación mediante un microchip implantado en el cuerpo humano? El dispositivo, conocido con el nombre de “Verichip”, y creado en Palm Beach, estado de la Florida, tiene el tamaño de un grano de arroz, y es inyectado bajo la piel. Su propósito es facilitar la entrada al lugar y el consumo de los servicios prestados, sin necesidad de documento de identificación o de tarjeta de crédito. ¿Sabía usted también que El 17 de julio de 2003, la empresa mexicana SOLUSAT (Soluciones de Localización Satelital) inauguró su rama médica y comenzó la comercialización del producto para fines de identificación de pacientes con problemas que necesitan repentina atención médica urgente?

Claro: quizás usted esté pensando: “Pero eso no puede ocurrir aquí en Estados Unidos, porque las leyes del país siempre han defendido la libertad individual”. Entérese: la “Ley de Inmigración de 1996”, de los EE.UU., faculta al Presidente de la nación a ordenar cualquier tipo de identificación necesaria, sea por medio de microchip o de tatuajes invisibles, para conservar la seguridad nacional.

Algo sumamente interesante: se dice que el Dr. Carl Sanders, convertido al Evangelio, quedó conmovido cuando leyó acerca de las úlceras malignas que saldrían a los moradores de la Tierra que lleven la marca de la Bestia. Él lloró durante cuatro días, porque sabía que el litio que llevan las baterías del microchip es radiactivo. Una manipulación poco cuidadosa del mismo puede provocar la entrada de esa sustancia química en sangre, y causar úlceras y aún la muerte. Dicho sea de paso, el Dr. Sanders ha dedicado su vida a alertar a la gente contra el mal uso del invento que él contribuyó a crear.

“Matar dos pájaros de un tiro.”

Piense un poquito: no más suplantación de identidades al usar identificaciones robadas, no más robo de tarjetas de crédito, no más memorización de números claves. Secuestros express como los que ocurren a diario en Colombia, México o Buenos Aires, se reducirían casi a cero, porque secuestradores y secuestrados serían encontrados fácilmente. Los fastidiosos trámites burocráticos se agilizarían increíblemente. La perspectiva es fascinante: paz, seguridad, tranquilidad, comodidad, son palabras que parecen resonar detrás de todas estas posibilidades pero, allá en el fondo, el peligro asecha.

El objetivo final de todo este entramado de seguridad internacional e individual que hemos descrito, no es precisamente garantizar la protección de las personas; es preparar el camino para el control total y absoluto de cada ser humano que viva en este planeta, por el Anticristo.

Efectivamente, la Palabra de Dios habla de un período especial, conocido como “La Gran Tribulación” en el que este planeta estará dominado por un hombre que concentrará en sus manos todo el gobierno mundial. Él se opondrá a Dios, y a todo lo que se esté relacionado con el Señor. Perseguirá con saña a todos aquellos que se le opongan, o sencillamente no acepten su dominio. Utilizará todo el sistema de vigilancia descrito en este artículo, y aún otros mecanismos que todavía no conocemos, para hacer efectivo su poder y autoridad, y su control absoluto sobre cada ser humano. Será una época de hambre, de miseria, de violencia sin precedentes en la historia humana. El Señor Jesús la describió así: “... porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (Mateo 24:22,23).

Sólo serán librados de vivir en ese período, los creyentes en Cristo Jesús. Para ellos hay una promesa: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:9). Esto será así “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tesalonicenses 4:16,17).


Alba Llanes. Publicado originalmente en la Revista "Fe y Acción", órgano del Concilio Internacional "Una Cita Con Dios" y Misión Mundial Maranatha. Volumen 1, Número 2, abril - junio, 2004, pp. 13-15.

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